A 2050 Colombia será un país resiliente al clima que prioriza el bienestar humano, con una economía circular, carbono-neutra y unos territorios y sectores con amplias capacidades para la adaptación al Cambio Climático, alcanzados a partir de transformaciones que promueven la competitividad, la inclusión social, la seguridad alimentaria, el fortalecimiento de la gobernanza y la sostenibilidad en el largo plazo.