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¿Cómo incrementar la capacidad de adaptación de la población humana y del sistema de salud ante eventos sensibles a la variabilidad y cambio en el clima determinantes sociales y ambientales para la salud?

Por: Sandra Bravo
Consultor World Resources Institute

 

La variabilidad y el Cambio Climático tienen un impacto directo e indirecto sobre los sistemas naturales y los sistemas humanos, producto de la exposición a los cambios en los valores medios, máximos y mínimos de las variables de superficie de la atmósfera, así como del aumento en la frecuencia e intensidad de la variabilidad y los eventos climáticos extremos. Uno de los impactos sobre los sistemas humanos, es la salud poblacional.

La salud está determinada por la interacción entre las diferentes dimensiones y factores de la sociedad y del medio donde habita, entre ellos los factores climáticos. La evidencia señala que algunas enfermedades son sensibles a las variaciones del clima, modulando su presentación, espacio temporalidad y magnitud del riesgo.  De esta manera, los cambios en el clima ya han producido alteraciones importantes en los determinantes sociales y ambientales relacionados con la salud a nivel mundial.

El número de vías y modos por los cuales las poblaciones se ven expuestas a los cambios en las variables de superficie de la atmósfera a diferentes escalas espaciales, son múltiples, ello hace que sea uno de los riesgos ambientales más significativos para la salud ambiental y se vería exacerbado por las interacciones con los diferentes pilares de la seguridad alimentaria, de tal manera que muchas personas se encontraban en riesgo de desnutrición o malnutrición, configurándose como un factor de vulnerabilidad adicional para la presentación de enfermedades sensibles al clima. La evaluación integral de los efectos en salud por los cambios en el clima, la variabilidad y los eventos climáticos extremos, requiere de una visión holística, que dé cuenta de los co-beneficios y de las consecuencias no identificadas, ajustes y acciones de mitigación y adaptación en sectores como el minero energético, agrícola, ambiental, transporte y vivienda, entre otros (OPS, 2010).   

Los esfuerzos para adaptarse a los impactos en la salud del Cambio Climático pueden clasificarse como acciones incrementales, de transición y de transformación (IPCC, Impacts, Adaptation, and Vulnerability Part A, 2014). Las acciones incrementales incluyen mejorar los programas de salud pública y los servicios de atención de enfermedades sin considerar necesariamente los posibles impactos de Cambio Climático; las acciones transicionales, implican cambios en las actitudes y percepciones, lo que lleva a iniciativas como el mapeo de vulnerabilidades y mejores sistemas de vigilancia que integran específicamente factores ambientales. La adaptación transformacional requiere cambios fundamentales en los sistemas a nivel estructural. 

La Organización Mundial de la Salud recomienda un enfoque integrado y generalizado utilizando un marco de salud pública respaldado por mecanismos de gobernanza. Plantea como líneas de acción la formulación de acciones de prevención primaria y de promoción de decisiones saludables; actuar sobre los determinantes de la salud a través de la acción desde todos los sectores; gobernanza y fortalecimiento de capacidad, tecnología e infraestructura del sector salud; cooperación intersectorial en todos los niveles de gobierno; generación de evidencia científica, monitoreo ambiental, vigilancia de la salud, el mejoramiento de los servicios meteorológicos, y comunicación para concientizar e involucrar diferentes actores (World Health Organization, 2020), (Nhamo, 2019).

Para Colombia algunos autores han planteado como acciones para adaptarse a los impactos en salud del Cambio Climático, consolidar sistemas de información geográfica que permita mejorar el acceso al conocimiento y gestión del conocimiento con diferentes actores, la vigilancia epidemiológica, sistemas de monitoreo ambiental y observatorios, para generar información que puede facilitar el proceso de predicción de escenarios y toma de decisiones para el sector salud; la implementación de programas de atención centrados en poblaciones vulnerables; la integración de un enfoque diferencial y la apropiación social para la resiliencia (Rodríguez-Pacheco, 2019), (Cuartas, 2016),  (Cuadros Cagua, 2017).

La apuesta de salud, variabilidad y Cambio Climático de La Estrategia Climática de Largo Plazo de Colombia E2050, pretende disminuir el riesgo de enfermedades sensibles al clima a través de la reducción de la vulnerabilidad desde el mejoramiento de la capacidad de adaptación institucional y comunitaria. Específicamente, a través del mejoramiento de la infraestructura en salud, los desarrollos tecnológicos en sistemas de vigilancia para anticiparse al riesgo, la construcción de los planes intersectoriales de acciones preventivas, el desarrollo de capacidades sectoriales, la identificación y acción sobre los determinantes de la vulnerabilidad y de la capacidad adaptativa, en su conjunto esto se constituye en una estrategia de soporte social que permita la sostenibilidad tecnológica y de las acciones.

Acerca de la E2050 de Colombia:

La Estrategia Climática de Largo Plazo de Colombia E2050 que es un instrumento de política de Estado que orienta las acciones nacionales, sectoriales y territoriales para construir un futuro resiliente al clima en Colombia. Al tiempo, la E2050 constituye un ejercicio de planificación de largo plazo que demuestra el compromiso internacional del País para contribuir con el logro de los objetivos globales plasmados en el Acuerdo de París. 

En Colombia, la resiliencia climática socio-ecológica de largo plazo (2050) se define a partir de la construcción de un desarrollo carbono-neutro y de una alta Adaptabilidad.

El proceso de formulación de la E2050 es liderado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el DNP y la Cancillería, con el apoyo permanente del Gobierno francés a través de sus agencias de cooperación financiera y técnica (AFD y Expertise France).

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